Entre las plantas más queridas de todos los tiempos, las orquídeas encantan con hermosas y elegantes inflorescencias. En la naturaleza, puedes encontrar muchas variedades pertenecientes a esta especie. Entre las más comunes y fáciles de cultivar, tenemos la orquídea Phalaenopsis. Hay, sin embargo, también otras 2 variedades muy comunes. Estamos hablando de Cymbidium, famoso por sus flores que parecen terciopelo y Paphiopedilum, asociadas con la diosa Afrodita.
Símbolo de refinamiento, elegancia, belleza y también pasión y amor, las orquídeas se cultivan fácilmente tanto dentro como fuera del hogar. Simplemente riégalos periódicamente y elige la olla adecuada que no siempre corresponda a las de vidrio o plástico.
En los meses más cálidos del año no debemos olvidarnos de cuidar las orquídeas. Podemos, en cambio, aprovechar 3 trucos de viveristas para cuidar y regar las orquídeas en verano y verlas florecer rápidamente en unos pocos movimientos. Por otro lado, con el aumento de las temperaturas y el calor abrasador, las orquídeas también sufren. Por ello, habrá que poner en práctica algunas estratagemas para protegerlas y no dejarlas morir.
En primer lugar hay que sumergir la orquídea (con el jarrón) en un recipiente con agua. Déjelo durante 15 minutos y luego retírelo. Este procedimiento servirá para que la planta absorba toda el agua que necesita. En caso de viajes largos y vacaciones de verano se recomienda dejar la planta en remojo durante aproximadamente una hora.
Llegados a este punto, veamos los 3 trucos de viveristas para cuidar y regar las orquídeas en verano y hacerlas florecer rápidamente sin fertilizantes
En el verano, la orquídea necesitará una tasa de humedad bastante alta. Sin embargo, el agua nunca debe mojar demasiado las raíces. Por lo tanto, es recomendable agregar arcilla expandida en el suelo. De esta manera el hábitat permanecerá húmedo sin dañar las raíces.
También es necesario recordar que la planta debe regarse una vez a la semana y en caso de calor fuerte y bochornoso, es recomendable regar dos veces por semana. Tenga cuidado, nunca use agua fría para regar las orquídeas porque podría causar un choque térmico dañino en el tallo, las hojas y las flores. Mejor regar con agua a temperatura ambiente.
Finalmente, las cáscaras de huevo son una verdadera maravilla. Calentar un litro de agua y llevar a ebullición. Mientras tanto, muele las cáscaras de huevo. Apaga el fuego, remoja las cáscaras de huevo y deja toda la noche. Luego, cuele el agua y viértala en un recipiente. Mojar el suelo una vez a la semana. Esta mezcla aportaría una buena dosis de calcio, potasio y proteínas a la planta.