Las manchas de calor en la madera son un verdadero dolor de cabeza. Los muebles hechos con este material son indudablemente valiosos: ya sean obras de arte llamadas “pobres”, antigüedades valiosas o muebles modernos, calientan el ambiente y hacen que la casa sea más acogedora. Desafortunadamente, sin embargo, necesita atención y cuidado continuos, porque son muebles “vivos”, necesitan productos especiales, para ser alimentados y temen la infiltración excesiva de calor, agua y humedad.

En particular, si colocamos una taza u olla demasiado caliente sobre la mesa, sin darnos cuenta, corremos el riesgo de arruinarla significativamente. La estética puede verse comprometida por rastros persistentes. ¡La prevención es imprescindible, por supuesto! Pero una vez que el daño está hecho, ¡hay que pensar en arreglarlo! Hacerlo no es imposible, hay trucos especiales: la cera o el aceite de madera pueden venir a nuestro rescate, pero también hay alternativas aún más válidas y efectivas, que no cuestan nada o casi nada y no requieren la intervención de un profesional.

Veamos cómo hacerlo.

No gasto más dinero en deshacerme de las manchas de calor en la madera

Cuando, por descuido, colocamos una olla hirviendo sobre nuestra mesa de madera sin ninguna protección, seguramente lo recordaremos durante mucho tiempo: la mancha de calor se fijará en la memoria eterna, ¡o tal vez no! Podemos remediar casi todo con los trucos de la abuela, solo necesitamos conocerlos y saber usarlos en el momento adecuado.

¡Para deshacernos de una quemadura tenemos más de una oportunidad!

Probemos con bicarbonato de sodio y preparemos una crema, agregando agua en un chorrito, lo suficiente para obtener la consistencia adecuada. En este punto, extiéndelo sobre la mancha y déjalo actuar durante al menos diez minutos, antes de enjuagar.

La pasta de dientes también puede servir para nuestro propósito, pero déjala secar por completo durante unos días antes de retirarla. Le damos tiempo para que haga su lento trabajo.

Es increíble incluso pensar en ello, pero el hierro puede hacer maravillas. Vamos a encenderlo, pero vamos a excluir el vapor y ponerlo a una potencia media. Coloque un paño limpio sobre la parte comprometida y límpielo durante unos minutos, levantando el paño de vez en cuando para comprobar el estado de regresión de la traza.

Finalmente, por el mismo principio, el secador de pelo, si está bien calibrado, resuelve el problema de raíz. Apúntalo a unos centímetros de la mancha y muévelo hacia arriba y hacia abajo, como haríamos para secar nuestro cabello.

Una vez elegido el método más adecuado, al final de la operación, hidratamos la madera con un aceite especial, o simplemente con aceite de oliva, para devolverle su antiguo esplendor y unificar la tez.

Fácil, ¿verdad?